
Todo lo que debes saber del usufructo inmobiliario
El usufructo es una figura legal que se utiliza en el mundo inmobiliario y se refiere a un derecho real que otorga a una persona (llamada usufructuario) el uso y disfrute de una propiedad, aunque esta propiedad pertenece a otra persona (llamada nudo propietario o desnudo propietario). El usufructuario tiene el derecho de usar, habitar y recibir los beneficios económicos de la propiedad, pero no tiene el derecho de venderla o destruirla sin el consentimiento del nudo propietario.
Existen varios beneficios de utilizar el usufructo en el mundo inmobiliario:
- Uso Temporal: El usufructo permite a una persona disfrutar de una propiedad durante un período de tiempo determinado, lo que puede ser útil en situaciones donde el nudo propietario no desea vender la propiedad pero permite que otra persona la utilice por un tiempo.
- Beneficios Económicos: El usufructuario puede recibir los beneficios económicos derivados de la propiedad, como el alquiler de una vivienda o los ingresos de una tierra agrícola, lo que puede ser una fuente de ingresos regular.
- Planificación Patrimonial: El usufructo puede utilizarse como una herramienta de planificación patrimonial para transferir gradualmente la propiedad a herederos, reduciendo así la carga fiscal sobre la herencia.
- Protección de los Derechos: En algunos casos, el usufructo puede utilizarse para proteger los derechos de una persona sobre una propiedad, como en el caso de un cónyuge sobreviviente que desea asegurarse de que pueda seguir viviendo en la casa familiar después del fallecimiento de su pareja.
- Flexibilidad: El usufructo es una figura legal flexible que puede adaptarse a diversas situaciones, lo que lo hace útil en una variedad de contextos inmobiliarios.
Sin embargo, también es importante destacar que el usufructo puede tener ciertas limitaciones y desafíos, como la necesidad de obtener el consentimiento del nudo propietario para realizar cambios importantes en la propiedad y la responsabilidad del usufructuario de mantener la propiedad en buen estado durante el período de usufructo.
Los usufructos pueden ser pactados por un tiempo determinado o pueden ser vitalicios.
Si alguna de las partes quiere «deshacer» o alzar el usufructo debe contar con la aprobación de la contraparte, en caso contrario este sólo vence al término del plazo establecido.
Finalmente es importante destacar que es una figura de uso habitual y se puede llevar a cabo con la redacción de la constitución del usufructo por parte de un abogado y posteriormente se inscribe en el conservador de bienes raíces como una limitación al dominio.